Aquél que no coma de mi cuerpo ni beba de mi sangre, de tal modo que sea uno conmigo y yo uno con él, no será salvado.
Esta es una inscripción que se encuentra en el Vaticano, lo cual parece muy lógico a primera vista. La sorpresa viene cuando descubrimos que no es una inscripción cristiana, sino que se halla en los restos del templo sobre el que se construyó el Vaticano: un templo dedicado a Mitra, dios solar de origen persa cuyo culto mistérico se introdujo en el Imperio Romano.
A Mitra se le llamaba "redentor", "el buen pastor". Sus seguidores comulgaban con pan y vino, su día sagrado era el domingo y se dirigían a sus sacerdotes con el apelativo de "padre". Por si fuera poco, Mitra nació, asistido por pastores, en una cueva... un 25 de Diciembre.
No es una fecha casual, por supuesto. Cristo y Mitra no son los únicos dioses solares que nacieron en fechas cercanas al solsticio de invierno. A menudo esos dioses nacen de madre virgen, y mueren para volver a nacer.
Como Atis, hijo de la virgen Nana y amante de Cibeles, cuya crucifixión en un pino y posterior resurrección se celebraba todos los años, con comuniones de pan y vino incluidas. También se le consideró un redentor.
O Tammuz/Dumuzid, consorte y también hijo en la virginidad de Ishtar/Inanna. Era un dios-pastor cuya muerte y resurrección se relacionaba con los solsticios, y cuyo símbolo religioso era la cruz. La cruz es un símbolo íntimamente relacionado con el culto al Sol, pero esto daría (y probablemente dará) para otro post.
También podríamos citar a Dioniso, dios del vino, quien, en una versión poco conocida de su nacimiento, es devorado por titanes al nacer de Perséfone, pero Zeus consigue recuperar su corazón y se lo da de comer a Sémele, quien da a luz siendo virgen. Su culto está relacionado con la muerte y resurrección, puesto que bajó a los infiernos y volvió, y luego ascendió como dios. Se le atribuye el milagro de convertir el agua en vino, y sus seguidores comían su "cuerpo" y bebían su "sangre".
Muerte y renacimiento, crucifixión, ritos de comunión, símbolos solares... Estas deidades, y muchas más que no mencionaré para no hacerme muy pesado, tienen demasiadas cosas en común como para que sean una mera casualidad. De algún modo, todas están relacionadas con el solsticio de invierno, cuando los días empiezan de nuevo a alargarse y el Sol triunfa sobre las tinieblas. La celebración del solsticio de invierno se puede rastrear al menos hasta el Neolítico, de modo que no es de extrañar que haya tantos ritos similares y celebraciones anuales por todo el mundo.
Así pues, ¡feliz solsticio de invierno!
(Fuente principal: The Mysterious dying God.)
A Mitra se le llamaba "redentor", "el buen pastor". Sus seguidores comulgaban con pan y vino, su día sagrado era el domingo y se dirigían a sus sacerdotes con el apelativo de "padre". Por si fuera poco, Mitra nació, asistido por pastores, en una cueva... un 25 de Diciembre.
No es una fecha casual, por supuesto. Cristo y Mitra no son los únicos dioses solares que nacieron en fechas cercanas al solsticio de invierno. A menudo esos dioses nacen de madre virgen, y mueren para volver a nacer.
Como Atis, hijo de la virgen Nana y amante de Cibeles, cuya crucifixión en un pino y posterior resurrección se celebraba todos los años, con comuniones de pan y vino incluidas. También se le consideró un redentor.
O Tammuz/Dumuzid, consorte y también hijo en la virginidad de Ishtar/Inanna. Era un dios-pastor cuya muerte y resurrección se relacionaba con los solsticios, y cuyo símbolo religioso era la cruz. La cruz es un símbolo íntimamente relacionado con el culto al Sol, pero esto daría (y probablemente dará) para otro post.
También podríamos citar a Dioniso, dios del vino, quien, en una versión poco conocida de su nacimiento, es devorado por titanes al nacer de Perséfone, pero Zeus consigue recuperar su corazón y se lo da de comer a Sémele, quien da a luz siendo virgen. Su culto está relacionado con la muerte y resurrección, puesto que bajó a los infiernos y volvió, y luego ascendió como dios. Se le atribuye el milagro de convertir el agua en vino, y sus seguidores comían su "cuerpo" y bebían su "sangre".
Muerte y renacimiento, crucifixión, ritos de comunión, símbolos solares... Estas deidades, y muchas más que no mencionaré para no hacerme muy pesado, tienen demasiadas cosas en común como para que sean una mera casualidad. De algún modo, todas están relacionadas con el solsticio de invierno, cuando los días empiezan de nuevo a alargarse y el Sol triunfa sobre las tinieblas. La celebración del solsticio de invierno se puede rastrear al menos hasta el Neolítico, de modo que no es de extrañar que haya tantos ritos similares y celebraciones anuales por todo el mundo.
Así pues, ¡feliz solsticio de invierno!
(Fuente principal: The Mysterious dying God.)
excelente artículo, sobre todo muy informativo. Sería bueno que escribieras un post sobre la cruz y su relación con el culto al sol.
ResponderEliminarsaludos
Cristo no es un dios Solar, es falso que naciera el 25 de diceimbre, la culta es de la Iglesia Católica:
ResponderEliminarhttp://movidas-varias.blogspot.com/2011/12/navidad-culto-al-deo-soli-invictus.html
Muchas gracias por el aporte, VaMPiReX. Ahora bien: es falso... y no lo es. Me explico.
ResponderEliminarEs cierto que, según parece, Jesús de Nazareth (si es que existió, cosa que también se discute) no nació el 25 de diciembre. Ahora bien, en ese caso estamos hablando del personaje histórico. En cambio, Cristo, como personaje puramente mitológico (con sus atribuciones divinas y sus superpoderes varios) puede nacer cuando sus inventores así lo deseen (ya sea el 25 de diciembre o el 31 de febrero).
Es decir, si los sacerdotes de Mitra dicen que Mitra nació el 25 de diciembre, poco vamos a poder discutirles, ya que no encontraremos evidencia ni a favor ni en contra.
Pero a lo que iba mi post es a señalar que las características que se atribuyen a Cristo son muy semejantes a las atribuídas a las divinidades solares señaladas. Es en este sentido en el que digo que Cristo es un dios solar. Que Jesús de Nazareth naciera en septiembre o en diciembre no cambia este hecho.
Ahora bien, en el fondo, mi post y tu enlace apuntan a algo que no he señalado aquí: una estrategia típicamente cristiana que ha dado muy buenos resultados a lo largo de la historia. Me refiero a la estrategia de no eliminar cultos existentes, sino "sobreescribirlos".
En la labor de evangelización, lo más difícil es siempre decirle a los indígenas que abandonen sus propios cultos, su propia religión. Pero, ¿y si en vez de pedirles que los abandonen los modificamos? Es decir, que si los nativos de Calzonia llevan ofrendas cada uno de abril al dios Calzonazos, la estrategia es convencerles de que sigan con su tradición, pero sustituyendo al dios Calzonazos por la Virgen de los Calzones.
En el caso de la Navidad, se sustituyen las celebraciones "paganas" del solsticio de invierno (que son muchas y muy variadas, aunque una de las más conocidas es la del Sol Invicto) por la celebración cristiana del nacimiento de Cristo, cuya fecha se hizo coincidir, como bien señalas, con la de las anteriores celebraciones.
Espero haberme explicado bien, al final me he explayado más de lo que quería.
Gracias por comentar y por el enlace :)
No existe ninguna evidencia histórica del personaje. Es más, las que se han intentado aportar al respecto resultaron falsas.En cambio existen cientos de coincidencias con el resto de los dioses o personificaciones solares. Felicidades por el artículo y su posterior aclaración
ResponderEliminar¡Gracias, Jesussite! La verdad es que el tema de la (in)existencia de Jesús es muy interesante. Si algún día me animo, le dedicaré un tiempo y un posible post.
EliminarUn saludo.
Muy interesante, este vídeo es parte de un documental llamado zeitgeist y hablan precisamente de este tema. espero lo vean, los que no lo han hecho.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=oZgT1SRcrKE