miércoles, 6 de abril de 2011

Muertes de filósofos: Sócrates


Nombre: Sócrates.

Edad en el momento de morir: 70 años.

Fecha y lugar de muerte: Año 399 a.C, Atenas (Grecia).

Causa de muerte: Envenenamiento por cicuta.

Descripción: La muerte de Sócrates es una de las más famosas de la historia de la filosofía, así que no podía faltar en esta sección. Mucha gente sabe que Sócrates fue condenado a muerte por cicuta, pero quizá las circunstancias concretas que rodearon su muerte no sean tan conocidas. Vamos a echar un vistazo a los hechos.

Lo primero que hay que decir acerca de Sócrates es que no estamos muy seguros de quién era. Sí, es lamentable tener que decir eso de un filósofo considerado tan importante, pero el hecho es que Sócrates no escribió nada y, por tanto, es difícil saber exactamente cuál era su pensamiento filosófico o incluso cómo vivió. Esta dificultad se ha denominado "el problema socrático" y será el tema de un próximo post. Por ahora nos conformaremos con atenernos al Sócrates que nos ha legado la historia (principalmente a través de su discípulo, un tal Platón).

Según lo que sabemos, o creemos saber, Sócrates fue un ciudadano ateniense que vivió del 470 ó 469 al 399 a.C. Lo de ciudadano, en el caso de Sócrates, hay que destacarlo, ya que al parecer nunca salió de la ciudad salvo para cumplir con sus obligaciones militares. Amaba la vida en Atenas y no soportaba estar mucho tiempo fuera de sus muros. Pero lo que más le gustaba de Atenas era la gente que allí había.

Sócrates se pasaba la vida en las calles, lo cual era algo muy común en la época, aunque parece que en el caso de nuestro filósofo llegaba a los extremos en que ni paraba por casa ni trabajaba, lo que provocaba la ira de su esposa Jantipa. Y ¿qué hacía Sócrates todo el día en la calle? Pues hablar. Hablar con todo el mundo, no sólo con otros amantes del saber, sino también con artesanos, esclavos, mercaderes, jóvenes, viejos... Se acercaba a cualquiera y le espetaba una pregunta del tipo "¿qué es la virtud?", o "¿qué es la justicia?". Mediante preguntas, Sócrates quería hacer que su interlocutor "diera a luz" el conocimiento que todos llevamos dentro. A menudo, comparaba su actividad con la de una partera, el oficio de su madre, y por eso al método socrático se le conoce como "mayéutica".

Sócrates era un personaje conocido en Atenas, y tenía discípulos, seguidores y amigos influyentes: Platón, Jenofonte, Critón, Alcibíades... Pero también tenía detractores y enemigos. Aristófanes, por ejemplo, le caricaturizó en varias de sus comedias (sobre todo en Las Nubes). Cosa, según cuentan, que Sócrates se tomó bastante bien. Otras enemistades, por contra, no serían tan inofensivas para el filósofo ateniense.

En el año 399 a.C., los ciudadanos Anito, Meleto y Licón presentaron cargos contra Sócrates. Le acusaban de corromper a los jóvenes y de no creer en los dioses (cargos graves en la época, castigados con la muerte). A pesar de que éstos eran los cargos oficiales, se suele apuntar a motivaciones ocultas, políticas y/o personales.

Con estos cargos se juzgó a Sócrates en un proceso que narraron más tarde Platón y Jenofonte en sus respectivas Apologías. Sobre el juicio, hay que destacar que los pleitos en Atenas se resolvían con un sistema democrático. El jurado, compuesto en este caso por 500 ciudadanos, votaba en dos ocasiones distintas tras escuchar a las dos partes: por un lado, los acusadores, por otro, el propio Sócrates defendiéndose.

Aunque, para qué nos vamos a engañar, la defensa de Sócrates dejó bastante que desear. Si esto fuera una película de ésas que terminan en juicio, la oratoria, el carisma, y la capacidad argumentativa del filósofo (acompañados, como no, por una prueba descubierta a última hora), habrían bastado para salvarle la vida. Pero no fue así. Y da la impresión de que no fue así porque Sócrates no quiso. Su juicio y lo que vino después nos hace pensar que Sócrates buscaba la muerte.

¿En qué me baso? Bien, en primer lugar, Sócrates contrarrestó los argumentos de sus acusadores con bastante soltura, aderezada con su habitual ironía. Después de esto, la primera votación fue muy reñida: 280 votos frente a 220 le declaraban culpable, condenándole a muerte. Siguiendo la costumbre, se le pidió a Sócrates que propusiera una pena alternativa. A esto, el filósofo contestó que no sólo no merecía una pena, sino que en todo caso tendrían que darle un premio por sus años de servicio a Atenas: ser alojado en el Pritaneo, corriendo la ciudad con todos los gastos.

El alboroto que se formó entre el tribunal subió de tono cuando Sócrates decidió mejorar su situación todavía más. Como viera que lo del premio no era muy bien recibido, dijo que se conformaba con pagar una multa. Pero como no le sobraba precisamente el dinero, propuso que la multa fuera de una mina de plata (el equivalente a cien dracmas). La cantidad era bastante escasa, y el tribunal, con los ánimos aún más caldeados, realizó la segunda votación. Se le volvió a declarar culpable, pero ahora con 360 votos, y, terminado el juicio, le encerraron en la cárcel a la espera de su ejecución.

Estaremos de acuerdo en que el juicio podría haber tenido otro final si Sócrates no hubiera actuado como si buscara la muerte, ¿verdad? Pues lo que pasó en la cárcel confirma que el filósofo quería morir.

El adinerado Critón, amigo de Sócrates de toda la vida y que se ocupó de organizar el entierro, había ido a ver a Sócrates antes de la ejecución para proponerle un plan de huída. Los guardias de la prisión ya estaban comprados, los cargos pertinentes sobornados. El dinero no era un problema, ya que a la fortuna de Critón se sumaba la de muchos otros amigos de Sócrates, e incluso de simpatizantes de otras polis, como los tebanos Simias y Cebes. Las puertas de la cárcel estaban abiertas y el exilio, sin duda, sería mejor que la muerte.

Pero Sócrates se negó. Podría haber vivido, pero vivir fuera de Atenas no es vivir: tanto amaba a su ciudad, pero también a sus leyes. Y, por encima de la ciudad y las leyes estaba la justicia. Y Sócrates no tenía ninguna intención de cometer una injusticia violando las leyes, por mucho que su condena a muerte fuera injusta.

Así que llegó el momento de tomar el veneno, rodeado de amigos cercanos, y tras haber recibido la visita de su mujer y sus tres hijos. El verdugo le pidió que bebiera la cicuta y paseara hasta que notara rigidez en las piernas, y hecho esto debía tumbarse boca arriba. El veneno fue paralizando el cuerpo de Sócrates desde los pies, y antes de que llegara al corazón, tuvo tiempo de decir sus últimas palabras: "Critón, debemos un gallo a Asclepio. ¿Te acordarás de pagar la deuda?".

Fuentes:
  • José Ferrater Mora, "Sócrates", Diccionario de filosofía, RBA, Barcelona 2005.
  • Historias con Historia, "El juicio a Sócrates".
  • Doug Linder, "The Trial of Socrates".
  • Platón, Apología de Sócrates, Critón, Fedón.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Día mundial de la filosofía 2010

Hoy, como cada tercer jueves del mes de noviembre, se celebra el día mundial de la filosofía, instaurado por la UNESCO para "animar a los pueblos del mundo a compartir su herencia filosófica y a abrir sus mentes a nuevas ideas, así como para inspirar un debate público entre los intelectuales y la sociedad civil sobre los desafíos que enfrenta nuestra sociedad".

¿Por qué celebrar un día mundial de la filosofía? Porque hoy en día, la filosofía está muy denostada. En nuestro país, la enseñanza de la filosofía, tan fundamental a la hora de formar ciudadanos críticos, se encuentra seriamente amenazada por un gobierno que trata de anularla convirtiéndola en una domesticada "educación para la ciudadanía", con la complicidad de los gobiernos autonómicos en manos de distintos partidos, que han reducido el número de horas de las asignaturas de filosofía hasta convertirlas en auténticas "marías".

En una sociedad en la que, por lo visto, sólo merece la pena lo que proporciona beneficios económicos o produce bienes tangibles, la filosofía ha perdido prestigio. Parece que los que nos dedicamos a la filosofía tenemos que estar constantemente justificándonos. "Y eso ¿pa' qué vale?" Uno ya tiene la sensación de que tendría que estar pidiendo perdón todo el día.

La actitud actual hacia la filosofía nace, en la mayoría de los casos, de la incomprensión. Y parte de la culpa de esta incomprensión la tenemos los propios filósofos. A veces no conseguimos transmitir en qué consiste realmente nuestra disciplina, y se perpetúan tópicos producidos, en gran parte, por algunos "filósofos" que han decidido que cualquier cosa que se les ocurra bajo los efectos del alcohol, escrita de manera que no se entienda, merece ser llamada "filosofía". 

Pero "la filosofía es una investigación racional que tiene como objeto de estudio la naturaleza de la realidad". Y hago hincapié en lo de "racional": las razones, los argumentos, son lo que caracteriza el quehacer del filósofo. Los que desprecian esto y pretenden hacer filosofía acaban haciendo simplemente mala literatura.

La filosofía está en las raíces de la civilización occidental, y sin ella no seríamos lo que somos. Es justo que le rindamos homenaje a esta tradición de más de dos mil años que no desaparecerá mientras exista un solo ser humano en el Universo.

¡Feliz día mundial de la Filosofía!

martes, 16 de noviembre de 2010

El último mago II: sabiduría antigua

(Ir al primer post de esta serie)
"A menudo sin querer, se ha tendido a destacar los elementos modernos del pensamiento de la generación de Newton, relegando discretamente a un segundo plano cualquier elemento de naturaleza contraria".
Charles Webster.  
La historia de las ideas y de la ciencia se suele contar de manera muy simplificada. Según un cuento muy habitual, en la Edad Moderna surgieron determinados héroes-científicos que, guiados por el pensamiento racional, acabaron de golpe con toda la superstición anterior. Es decir, se vivía en una época de oscurantismo, de creencia en la magia y ¡zas! de repente apareció la ciencia y se hizo la luz.

Por supuesto, no fue esto lo que sucedió. Isaac Newton y sus contemporáneos eran -por tópico que suene- hombres de su tiempo, una época dominada por el sentimiento de la cercanía del Apocalipsis: crisis, guerras, peste, herejía... Todo esto provocaba cierta ansiedad entre los intelectuales, que se lanzaron a la búsqueda de las verdades últimas pertrechados con una visión del mundo que era una amalgama de filosofía natural, alquimia, hermetismo, teología, astrología y demás. En definitiva, combinaban lo que hoy día tenemos por ciencia con lo que llamaríamos "pseudociencias".

Newton no era una excepción. No se le puede separar totalmente de las corrientes de pensamiento de su época, sobre todo cuando sabemos que dedicó más esfuerzo, y al menos el mismo rigor metodológico, a la interpretación de la Biblia que al estudio de la mecánica celeste.

Así pues, ¿qué buscaba este gran científico cuando se enfrascaba horas y horas en la lectura de las Sagradas Escrituras? ¿Qué esperaba encontrar en su laboratorio de alquimia? La prisca sapientia, la sabiduría de los antiguos. Newton, como muchos otros, creía que los antiguos poseían un conocimiento que el propio Dios les había revelado. Este conocimiento se perdió, pero los sabios de épocas posteriores lo recuperaron, ocultándolo en mitos y fábulas para alejarlo del alcance del vulgo. De modo que tanto los mitos clásicos como la Biblia, para Newton, contenían códigos que había que descifrar, secretos ocultos que nos revelarían los misterios de la Creación.

He aquí algunos de los misterios que Newton desveló:
  • La geometría del Templo de Salomón oculta la cronología de la historia del pueblo hebreo.
  • El mundo acabará en el año 2060. No hagáis planes para el 2061.
  • La localización de la Atlántida.
  • Recetas alquímicas codificadas en los mitos, varias de las cuales probó personalmente.
Hoy todo esto quizá nos haga gracia, pero todo el esfuerzo de Newton en su estudio de la Biblia, los mitos, las ciencias ocultas, la alquimia, y también la filosofía natural (lo que hoy llamaríamos "física") estaba orientado a conocer la verdadera estructura del mundo. Él pensaba que dicha estructura ya la conocían en tiempos antiguos, y por tanto lo que había que hacer era recuperar esa sabiduría olvidada. Quizá en esto se equivocaba, pero su afán por saber le llevó a contribuir a que nuestro conocimiento del mundo diera un enorme salto hacia adelante.

Bibliografía
  • Dobbs, Betty Jo Teeter, The Foundations of Newton's Alchemy, or "The Hunting of the Greene Lyon", Cambridge University Press, 1975.
  • Webster, Charles, From Paracelsus to Newton. Magic and the Making of Modern Science, Cambridge University Press, 1982.
  • Wikipedia: Isaac Newton's occult studies.

lunes, 4 de octubre de 2010

Terrícolas

Hoy, 4 de octubre, se celebra el día mundial de los animales, coincidiendo con la festividad católica de San Francisco de Asís. Para intentar contribuir un poco a crear conciencia, me he decidido a desempolvar el blog para compartir el documental Earthlings ("terrícolas").

Esta producción de 2006, dirigida por Shaun Monson, narrada por el actor Joaquin Phoenix y con música de Moby, habla de nuestra relación con los habitantes no-humanos del planeta Tierra. A lo largo de hora y media, examina las distintas formas en las que los humanos nos servimos de los animales: como mascotas, como alimento, como vestimenta, como entretenimiento y como experimentación. El objetivo es denunciar los abusos que llevamos a cabo en cada uno de esos ámbitos. Las imágenes son impactantes, y las reflexiones que se hacen al hilo de las mismas, muy interesantes. A pesar de que el documental es muy duro (quizá algunas personas sensibles no aguanten a verlo entero), no cae en el recurso fácil de mostrar una mera sucesión de imágenes sangrientas para que nos sintamos culpables por comer carne.

A continuación os dejo el documental al completo (es una lista de reproducción de once vídeos de youtube). Espero que os guste y os haga pensar un poco.

jueves, 24 de diciembre de 2009

It's beginning to look a lot like...

Ya estamos otra vez en esa época del año. Las calles se llenan de alegres gentes de ojos saltones y mirada fija, apestando a pescado podrido y ocultando a duras penas sus agallas. En algún callejón oscuro se oye un misterioso gorgoteo mientras algo innombrable se desliza entre las sombras. Sí, definitivamente it's beggining to look a lot like Christmas fishmen.



Sin duda mi villancico favorito, y ya apareció por aquí hace un par de años. Pero este vídeo es aún mejor.

¡Feliz solsticio de invierno a todos los humanos e híbridos!